¿Cómo es la recuperación cognitiva en el síndrome post-covid?
31/01/2023
Desde el inicio de la pandemia, diversos grupos de investigación han centrado sus esfuerzos en el estudio de las repercusiones y consecuencias del COVID-19 a nivel neuropsicológico.
La sintomatología física principal derivada de la infección por COVID-19 puede incluir dificultad para respirar, fatiga, dolor de cabeza y pérdida del sentido del gusto o del olfato. Sin embargo, los pacientes que padecen este tipo de secuelas también pueden manifestar deterioro cognitivo, como por ejemplo dificultades para concentrarse, problemas de memoria y enlentecimiento cognitivo. Una gran parte de los pacientes afectados por SARS-CoV-2 se recuperan de manera espontánea semanas e incluso días después de sufrir la enfermedad. No obstante, se estima que los síntomas pueden permanecer en un 10% de los pacientes tras la infección, y ésto se conoce como COVID persistente o síndrome post-COVID.
SARS-Cov-2 y Cerebro
Se ha demostrado que el COVID-19 tiene un gran impacto en el Sistema Nervioso Central, de hecho, este virus tiende a persistir en él, por lo que es importante realizar un seguimiento de los síntomas a largo plazo. A nivel de las estructuras cerebrales que se han relacionado con la infección por este virus, se ha identificado que las estructuras temporales mediales y el hipocampo se encuentran afectadas en los pacientes que presentan síntomas de COVID persistente. Este perfil de afectación se relaciona con alteraciones mnésicas, fundamentalmente en la consolidación de nueva información. Así mismo, también se han encontrado cambios en el metabolismo a nivel frontoparietal, lo que justificaría también las alteraciones a nivel atencional que presentan estos pacientes.
Es importante señalar que esta disfunción cognitiva no tiene lugar únicamente en pacientes con antecedentes médicos previos, sino que también puede estar presente en pacientes sin antecedentes neurológicos, neuropsicológicos y neuropsiquiátricos.
La repercusión en las estructuras cerebrales también se ha hecho evidente en pruebas de resonancia magnética, observándose una reducción significativa del volumen del córtex cerebral y del grosor en áreas cerebrales relacionadas con tareas de memoria en el hemisferio izquierdo, concretamente en la corteza orbitofrontal lateral, la ínsula dorsal y el giro parahipocampal. Estas alteraciones a nivel cerebral se han identificado no sólo en personas con síntomas graves derivados de la infección por COVID-19 , sinó también en personas que experimentaron enfermedad leve.
El deterioro cognitivo relacionado con el síndrome post-COVID puede mejorar espontáneamente con el tiempo, aunque no siempre es así. Estudios recientes han demostrado que aunque la persistencia de los síntomas es frecuente en los meses siguientes a la infección, hay una tendencia a la resolución progresiva de los mismos. Si bien, se ha demostrado que, en la mayoría de los casos, se trata de una recuperación relativamente lenta, ya que aproximadamente el 68% de los pacientes padece aún algún síntoma 6 meses después de la infección, y el 49% un año después de la infección.
Si bien es necesario continuar investigando para disponer de mayor evidencia, parece ser que en buena parte de los casos que presentan problemas cognitivos derivado de COVID se produce una mejoría progresiva de los síntomas con el transcurso del tiempo, aunque con la presencia de algunos síntomas ondulantes.
Con toda esta información disponible los expertos recomiendan la importancia de realizar una evaluación neuropsicológica tras la infección en aquellos pacientes con quejas subjetivas que afecten al funcionamiento cognitivo, así como repetir la exploración un año después si no se han apreciado mejoras significativas en el funcionamiento diario. En estos casos, debemos plantearnos la rehabilitación neuropsicológica como herramienta fundamental para hacer frente a las secuelas de esta enfermedad, sobre todo cuando observamos una mayor resistencia a la recuperación espontanea, ya que ha demostrado ser de gran utilidad en el tratamiento de los déficits cognitivo-emocionales asociados al síndrome post-COVID.
Mónica Cordero Carcedo
Psicóloga General Sanitaria
Máster en Neuropsicología
Nº. Col. 29713
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