Mascarillas y disfonía en tiempos de Covid
01/02/2021
La DISFONÍA es un trastorno de la voz caracterizado por un cambio anómalo en la calidad de la voz y que puede originar cambios en el volumen, el tono o el timbre de la voz, entre otros. Sus causas pueden ser diversas, como un mal uso o abuso vocal, o por una causa orgánica (por ejemplo por lesión en las cuerdas vocales, como nódulos, pólipos, edemas ...).
Esta problemática se está agravando, especialmente, en las personas que hacen un uso profesional de la voz y en aquellas que ya presentaban patología previa.
El uso de la mascarilla es necesario, pero, a nivel vocal, tiene algunos inconvenientes, provocando:
- Limitación respiratoria, que puede potenciar una incorrecta coordinación entre la respiración y el habla.
- Disminución del volumen, provocando mecanismos de forzamiento, cuando intentamos proyectar la voz, para superar la barrera de la mascarilla.
- Sensación de fatiga vocal, provocada por el esfuerzo constante de fonar.
- Limitación en la expresión facial, afectando en la comunicación.
Por otra parte, habría que sumar otros factores que ayudan a incrementar la problemática vocal como la distancia interpersonal y los espacios en los que se produce la comunicación (espacios grandes, con mala acústica y / o muy ruidosos).
Para evitarlo es importante saber reconocer los signos de alerta y saber aplicar algunas técnicas y pautas de higiene vocal que nos ayudarán a hacer prevención.
A continuación explicamos cuáles son los signos de alerta y cómo actuar para prevenir la disfonía.
SIGNOS DE ALERTA
- Cambios en la voz. Observa si presenta un timbre diferente, pierde calidad, cada vez es más monótona, te resulta difícil proyectar o controlar el volumen o el tono o si suena temblorosa.
- Sensación de dolor, tensión o constricción en la garganta y en la zona cervical.
- Necesidad de carraspear o toser con frecuencia como consecuencia de la aparición de sensación de sequedad o moco en la garganta.
¿QUÉ DEBO EVITAR CUANDO APARECEN SIGNOS DE ALERTA?
- Hablar con golpes de voz, gritar y susurrar ya que implica forzamiento vocal.
- Hablar durante un tiempo prolongado sin descansos.
- Hablar en lugares muy ruidosos o con mala acústica intentando superar el ruido ambiental.
- El abuso de tóxicos (alcohol o tabaco).
- Ingerir alimentos irritantes (grasos, picantes, frituras).
¿QUÉ PUEDO HACER PARA CUIDAR MI VOZ?
- Realiza un buen calentamiento vocal si prevés una actividad vocal intensa. Puedes realizar varias repeticiones de los ejercicios que te proponemos:
- Abre la boca, dejando caer la mandíbula, y ciérrala lentamente.
- Conduce la mandíbula, suave, a derecha e izquierda.
- Separa ligeramente los dientes y lleva la mandíbula adelante y vuelve a la posición normal de cierre.
- Mastica en vacío, con movimientos amplios y manteniendo los labios cerrados. Repite masticando con la boca abierta.
- Intenta bostezar. Si no puedes hacerlo de forma natural, simúlalo.
- Haz vibrar los labios, imitando una moto, y la lengua, haciendo una "R". Puedes hacer ambos con un tono de voz mantenido y / o imitando el sonido de una sirena, jugando con los graves y los agudos de tu voz.
- Hidrátate adecuadamente bebiendo, mínimo, 1,5L de agua al día.
- Hidrata directamente las cuerdas vocales haciendo vahos de agua sola o agua con timón.
- Establece momentos para hacer reposo vocal.
Si los signos de alerta no desaparecen o empeoran, consulta a un logopeda, seguro que te podrá ayudar.
Alba Sanchez Ardanuy.
Logopeda. Nºcol. 50154